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Texto resumido por la IA durumis
- Sentí el valor de la vida a través del tratamiento de pacientes, experimenté la alegría y el dolor de la vida al mismo tiempo y me di cuenta del valor de la vida que había olvidado.
- Como médico, me di cuenta de que transmitir la semilla de la vida a los pacientes es una experiencia valiosa que va más allá del simple acto de la atención médica, compartiendo el significado y el valor de la vida.
- Recordé el significado de la vida de tener coraje frente a la realidad de la muerte y dedicarme a los valores que creo que son correctos, y mi sentido de responsabilidad y misión como médico se fortaleció aún más.
Sentí como si estuviera mirando hacia adentro de mi corazón en lugar de tratar a un paciente
Hoy, mientras veía pacientes externos, me di cuenta de que no debería pensar primero en los
pacientes o en la enfermedad, sino que debería ser un médico que pueda inyectar fuerza de vida.
Las expresiones de las personas mayores que vi en la sala de consulta serán algo que tendré que
recordar continuamente mientras practico la medicina.
Al principio estaba desconcertado. La sala de consulta es un lugar para dar a conocer los
resultados y explicar el curso de acción futuro. En la sala de consulta de esperanza (Oncología
Radiológica) en la que estuve, luché con los pacientes y escuché música. Es posible que las
personas mayores también estuvieran confundidas al principio. Sin embargo, no tardó mucho en que
las semillas de la vida se transmitieran entre sí.
En las palabras del profesor, a veces se veía triste y a veces feliz. Parecía que pasaban
expresiones que recordaban los años pasados, expresiones sobre los días que se habían ido. Cada
momento fue una experiencia maravillosa.
Sentí como si estuviera mirando hacia adentro de mi corazón en lugar de tratar a un paciente.
Parecía que la alegría y la tristeza de la vida, que había olvidado durante un tiempo, volvían
al mismo tiempo. Fue un momento en el que pude sentir "Ah, esto es la vida". "Si no sientes y no
puedes expresar, es como si estuvieras más muerto que muerto", pensé.
Al final, todos enferman y mueren. Sin embargo, no todos pueden dejar semillas de vida a los
demás. La muerte siempre está a nuestro lado. Por eso, se necesita coraje para dedicar el cuerpo
a un gran valor y causa y enfrentar la muerte.
El coraje de enfrentar la verdad que siempre está a nuestro lado, pero que no queremos ver. A
veces tenemos que arriesgar todo lo que hemos construido y a veces incluso tenemos que arriesgar
nuestra propia vida, pero el coraje de saber qué significa ese acto, es un coraje que nunca se
puede ocultar. Estoy agradecido por la oportunidad de ver el valor de este coraje antes de
comenzar mi carrera médica.
Nadie puede saber qué es correcto o incorrecto, qué vida fue buena o mala. Sin embargo, no se
puede decir que la experiencia de fracasar y caer al abismo por lo que uno mismo considera
correcto, y las huellas de la vida que se han dejado y las semillas de vida que se han plantado
en esta tierra, sean en vano. Tal vez esas cosas sean más valiosas que nuestras vidas y puedan
ser la fuerza que sostiene muchas vidas y sabiduría en esta tierra.
(Ensayo de práctica de oncología radioterápica, Facultad de Medicina, 4º año, Grupo 5, Jo
Rae, 28/05/2019)